Bodegas en venta en Cachapoal, caldos de influencia francesa

La provincia de Cachapoal pertenece a la región de Libertador Bernardo O’Higgins y cuenta con una población cercana a las 650.000 personas que se engloban mayoritariamente en ciudades como Rengo, Graneros, San Vicente o Rancagua, que es, además, la capital de la región. Esta provincia debe su nombre al río Cachapoal, que recorre la provincia por entero en dirección este-oeste. Este río desemboca en el lago Rapel, que marca el límite con la provincia vecina de Cardenal Caro. La provincia está enmarcada por dos accidentes geográficos importantes, como son la Cordillera de los Andes y la Cordillera Costera.

HISTORIA DEL VINO

Durante el transcurso de los siglos coloniales, el cultivo de la vid dio forma a una nación identificada con el paisaje del valle central. En 1595, la corona española dicta una orden real por la que se prohíbe la exportación de vinos de Chile a Nueva España y Nueva Granada como medida protectora para el comercio de vinos españoles. Esta protección continúa durante siglos y, aun así, a mediados del s. XVIII Chile se convierte en el primer productor de vinos de la América hispana, desplazando a Perú y México.

Resulta destacable que, en Chile, 200 años antes que en California y antes que en cualquier otro país del hemisferio sur, se produjera una importante cantidad de vino y de calidad para los consumidores de la época sobre todo en el valle central.

En 1877 se inician nuevamente las exportaciones vinícolas a Europa, consolidando con ello un largo proceso de casi medio siglo. Hacia 1880, la industria vitivinícola se encontraba en pleno auge, en virtud de lo cual vinos chilenos fueron llevados a competir a Europa en las exposiciones de Burdeos en 1882, Liverpool en 1885 y París en 1889, con muy buenos resultados. El vino chileno adquirió otra presencia y la producción aumentó considerablemente, al mismo tiempo que los sistemas de transporte y comercialización se hicieron más eficientes, permitiendo que ya para 1883 existiera alrededor de una decena de viñas grandes que exportaban a Europa.

En oposición a la vitivinicultura argentina, la revolución productiva y patrimonial del país se originó a partir de las grandes fortunas mineras, comerciales y bancarias, en cuyo seno aparece la imagen de una Francia como referente cultural de mucha sofisticación. De allí que la vitivinicultura chilena ha sido construida y dirigida, a partir del s. XIX desde la cúspide de la pirámide social hasta su extensa base.

La actual DO Valle del Cachapoal fue la zona chilena escogida por inversores en torno al mundo del vino, especialmente aquellos procedentes de Francia. En particular, estos inversores fijaron la mirada en el área más próxima a la cordillera andina, la denominada Alto Cachapoal o Cachapoal-Andes. Estas familias de inversores, con conocimientos previos en el ámbito vinícola, procedían de regiones como el valle del Loira, Burdeos o Alsacia. En solitario o en asociación con bodegueros chilenos han estado produciendo vinos, especialmente de uva tinta, de alta calidad y con características que los asemejan a los caldos franceses. Por ello, los tintos producidos por las viñas del Valle de Cachapoal, especialmente los procedentes de las variedades merlot y carménère, son caldos muy concentrados, con toques dulces y afrutados.

VINOS Y BODEGAS

Al tratarse de una provincia próxima a la región Metropolitana de Santiago, muchos turistas interesados en el mundo del vino no dudan en desplazarse hasta Cachapoal, ya que se han puesto en marcha en los últimos años distintos programas turísticos enfocados a la visita de bodegas, que incluyen un paseo por las viñas y la cata de distintos caldos. Un ejemplo de estas propuestas es el ofrecido por Viña Altair, que destaca por un “wine tour” que se realiza de noche. Otras bodegas integradas en las rutas del vino de Cachapoal son Viña Vik, Chateau Los Boldos, Misiones de Rengo o Anakena. Además de las citadas anteriormente, en la región destacan otras empresas bodegueras como Viña Gracia, Camino Real, Santa Mónica, Torreón de Paredes, Porta, Morandé, San Isidro o Las Casas del Toque.

PUNTOS DE INTERÉS

Uno de los grandes polos turísticos de la provincia es el entorno del lago Rapel, ya que además de su gran atractivo como centro balneario, es lugar de práctica de distintos deportes náuticos. Al sur de Rancagua, ciudad perteneciente a la provincia de Cachapoal y capital de la región de O´Higgins, encontramos la localidad de Doñihue, en la que a día de hoy se mantiene viva una artesanía centrada en la elaboración del denominado “chamando”. Esta pieza de tejido, similar al popular poncho, es vestida por los “huasos” o campesinos y jinetes de la región de O’Higgins, y está manufacturada gracias a una combinación de lana de oveja y seda. Como curiosidad, en este pueblo y sus alrededores se elabora el “pipeño”, un vino blanco de corta fermentación, muy popular en esta región chilena. Otros puntos de interés son las termas de Cauquenes, un espacio para la relajación muy apreciado por los habitantes de Cachapoal, así como la ciudad minera de Sewell, también denominada “ciudad de las escaleras”.