el vino y los colores

El vino y los colores

Esta entrada no tiene como objetivo hablar de ribetes, de edades del vino o del color de las variedades, sino que trata de exponer una reflexión muy personal sobre lo que me transmiten las diferentes zonas y sus variedades a través de los colores.

Estableciendo un pequeño paralelismo, los aromas del vino nos traen recuerdos de flores, hierbas, frutas, lácteos, cafés, cueros y un largo etecétera, pues con los colores me pasa algo similar. Insisto, todo esto es ficticio y sobre todo un ejercicio muy subjetivo. En mi caso, son registros que mi cabeza genera automáticamente a la hora de catar un vino. Más de un lector preguntará ¿por qué ese color y no otro? Pues no tengo una respuesta clarificadora, ya que tan solo son asociaciones que forma parte mi método cuando cato a ciegas. ¡Vamos a allá con este juego asociativo!

  1. La mencía es azul. No tiene un motivo, porque quizás lo que mejor define a la mencía es el geranio, pero cuando la cato mi cabeza la asocia con flores azules.
  2. La syrah del Ródano es morada. En muchas ocasiones, la syrah da notas de lavanda y de aquí viene la conexión.
  3. La pinot noir de la Cote de Nuits es rojo cereza, pero con capa baja, mientras que la de Nueva Zelanda es rosa, porque la asimilo a las rosas marchitas.
  4. La tinta de toro es negra. Parece lógico, aunque quizás no lo sea tanto si digo que me recuerda a una rosa negra, porque también suelo encontrar restos de rosas dentro de la negrura.
  5. La garnacha de Chateauneuf du Pape es naranja, porque suele tener un punto de naranja sanguina.
  6. La chenin blanc es blanca, porque me recuerda a frutas de carne blanca.
  7. La albariño es verde, porque la asocio al verde del campo en Galicia.
  8. La viogner, la marssanne y la roussane son amarillas. Las variedades blancas del Ródano, norte y sur, siempre me recuerdan a la manzanilla y, en general, a flores amarillas.
  9. La moscatel es naranja. Huele a azahar y ese me evoca a las naranjas.  

No busco que el lector busque un sentido, tan solo comparto mis sensaciones. Ahora, cada cual que busque las suyas, posiblemente coincidan con las mías o, por el contrario, encuentra otras muy diferentes, por supuesto tan válidas como las mías.

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