Tópicos espumosos

Tópicos absurdos: dos relacionados con los espumosos

El mundo de los espumosos también aúna un buen número de topicazos, aunque, tal vez, estos dos sean los más característicos: el espumoso para el postre; y el cava español es tan bueno como el champán.

Beber un espumoso con un postre dulce carece de toda lógica. Los sabores son absolutamente contrapuestos, no se potencian entre sí, todo lo contrario, se anulan. No alcanzo a comprender la razón de esta combinación que se da, especialmente, en la celebración de los grandes eventos familiares, léase bodas, comuniones, bautizos, etc. En mi opinión es una muestra más de que la gente no presta al vino la atención debida para extraerle el máximo placer.

Por otro lado, también encontramos a un buen número de patriotas que afirman que el cava nada tiene que envidiar al champán. Para lo que a continuación voy a decir, debo aclarar que utilizo la palabra cava de forma genérica, porque “Cava” es una denominación de origen muy extensa de la que muchos grandes productores se han salido, precisamente por estar demasiado generalizada. Lo correcto sería hablar de espumosos españoles, pero utilizando la palabra cava de forma genérica, creo que se me entenderá mejor.

Partamos de una base irrefutable. El cava y el champán son muy diferentes, solo les une el hecho de ser vinos espumosos. Por poner un ejemplo, sería como comparar un vino blanco de Galicia con otro del Ródano, o un vino tinto de Rioja con otro de California.

El champán se elabora con tres variedades -o con alguna de ellas-, pinot noir, pinot meunier y chardonnay, en la zona más al norte de Europa donde la vid puede ser cultivada, con predominio de los suelos calizos. A su vez Champagne es la región francesa donde nacieron los primeros espumosos, gracias al mítico monje Dom Perignon, dando por buena esta versión, que también tiene su historia. Por el contrario, el cava se elabora, generalmente, con xarello, macabeo, parellada, chardonnay, subirat parent (malvasía), garnacha tinta, trepat, pinot noir y monastrell, aunque las tres primeras son las más habituales, siendo en la zona de Cataluña donde se encuentras los mejores productores. De esta forma, nos encontramos con unas variedades diferentes, con zonas climatológicas diametralmente opuestas y con suelos que nada tienen en común. ¿Realmente es justo establecer una comparación entre ambos espumosos?

Una vez debemos ampliar nuestras miras y darnos cuenta de que los espumosos no son poca broma, sino al contrario, ya que pueden proporcionarnos grandes momentos de felicidad.

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