descubrir un vino a ciegas

¿Cómo descubrir un vino a ciegas?

Con motivo de la celebración de la sexta edición del Campeonato de España de Cata a Ciegas, voy a revelaros algunos de mis secretos de la cata a ciegas. Anticipo que no hay un sistema único y que lo mejor es que cada uno elabore el suyo de acuerdo con sus experiencias. Las variables son múltiples, me atrevería a decir que infinitas, pero, en líneas generales, particularmente, me funciona el siguiente esquema:

            1º) En vinos espumosos:

Lo primero es discernir si es champán o cava/corpinnat. La acidez es clave, mucho mayor en el champán, así como el color y el posible “derrape”, más propios de los cavas. Las notas de manzana fresca son características de la chardonnay de Champagne, al igual que las de queso azul. La xarello también da notas de manzana, pero asada. En defecto de todo ello, otra opción puede ser Franciacorta, el sur de Inglaterra, incluso otras zonas no tan comunes.

            2º) En vinos blancos:

Si el vino tiene mucha acidez me centro en este tipo de variedades: albariño, riesling, chenin blanc, sauvignon blanc, para a continuación buscar las notas características de las mismas en sus diferentes zonas.

Si el vino tiene una acidez media, valoro si es un vino de zona fría o cálida, en función del alcohol.

Identifico las notas florales, vegetales, minerales, terpénicas y dulces, lo que me lleva a concretar la variedad.

Las capas medias y altas también pueden ser identificativas de zonas cálidas o vinos con años.

            3º) En vinos tintos:

El color siempre es mi primer referente. Las capas bajas, como las de la pinot noir, garnacha, nebbiolo, cinsault, baga, nerello mascalesse, ayudan a orientar la variedad.

La tanicidad es otro gran dato. La cabernet sauvignon, merlot, nebbiolo,  corvina, sangiovese, son las principales variedades a tener en cuenta.

El alcohol y el punto dulce son otro dato importante, Aquí siempre hay que tener presentes la garnacha y la monastrell.

            4º) En vinos dulces:

La botrytis, la pasificación, y el asoleamiento son claves para optar por un vino u otro.

Nuevamente, las variedades acidas juegan un papel muy importante, al igual que el color.

A todo ello, hay que añadir las peculiaridades de los vinos de Nuevo Mundo, que no son pocas, tantas como países y zonas vinícolas de los tres continentes, ¡ahí es nada!            

En definitiva, catar a ciegas es un enorme puzle, en el que vas agrupando las múltiples piezas en pequeños cuencos organizados según características. Los conocimientos son muy importantes, pero la práctica y la intuición también. ¡A jugar!

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