Del terroir, clones y productores

Del terroir, clones y productores

Recientemente, durante un viaje a la Borgoña con amigos, he tenido una de las disquisiciones más interesantes y divertidas -no lo puedo negar- que he vivido en esto del mundo del vino. A estas alturas, creo que no es un secreto que soy un tanto “talibán del terroir”, pero esto del terroir puede tener sus matices y particularidades. ¡Vaya si las tiene! ¿Qué prima más a la hora de elaborar un vino dentro de un mismo viñedo, su terroir, el clon varietal o el productor? Esta inocente pregunta la desmenuzamos, en buena medida, a golpe de sarcasmo.

Allí estábamos, delante del mítico y fragmentado Montrachet, propiedad de unos cuantos propietarios, todos ellos de reconocido prestigio. El viñedo era un lienzo de tonalidades ocres en el que se apreciaba, claramente, las hileras de las cepas que pertenecían a cada uno de los diferentes propietarios. Unas con capa vegetal, otras sin ella. Algunas labradas, otras no. Las había podadas, prepodadas o sin podar. Muchas de ellas con abundante masa foliar, otras con escasa hoja. Por supuesto, hileras con densidad de plantación normal y otras de dos palmos Salva. Y fue en ese momento, cuando se puso en tela de juicio la real importancia del terroir de aquel maravilloso climat. Cuestión que, a su vez, resulta extrapolable a cualquier viñedo del mundo.

“Sí, sí, estamos frente a uno de los grandes viñedos, pero no todos sus productores elaboran igual y, por lo tanto, cada vino es diferente ¿qué prevalece, su terroir, el clon varietal utilizado o la interpretación del viticultor del paisaje?”

A ver quién le pone el cascabel al gato. Sin ese suelo, esa exposición, ese drenaje, esa climatología, no habría Montrachet alguno. Cierto. Sin un productor que interpretara el viñedo magistralmente, tampoco existirían los vinazos que ofrece esta pequeña parcela de poco más de siete hectáreas. Cierto. Ya, ya, pero no todos los viticultores utilizan el mismo clon de chardonnay, ni las cepas tienen la misma edad. Cierto. ¿Entonces dónde está la gracia del viñedo por muy Montrachet que sea?

No hubo quorum. El estudio quedó cerrado con el acuerdo de que el día que a uno de nosotros nos toque La Primitiva, compraremos una botella de cada uno de los productores de Montrachet, de misma añada, para hacer una comparación práctica y poder analizar las diferencias con el debido detalle. Mientras tanto, nos quedaremos con la duda de la importancia del terroir, de los clones o del productor. Aunque, ahora, lo cierto es que se nos ha fastidiado este “invento” del terroir.

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