Por Juan Luis Vanrell
El domingo 13 de marzo de 2022 tendrá lugar la decimocuarta edición del concurso de cata a ciegas que organiza Vila Viniteca, una de las distribuidoras de vino más importante de Europa. El evento es una de las grandes experiencias a disfrutar en el mundo del vino, especialmente para los amantes de los concursos de cata a ciegas, entre los que me encuentro.
Son muchos los buenos momentos que he vivido en este concurso, con especial mención al del año 2017 en la que, con mi pareja de cata, Mario Cardona, conseguimos ser finalistas, abriéndonos hueco entre excelentes sumilleres y profesionales del vino. Uno de los grandes recuerdos de aquel día fue el primer vino, un espumoso. Le dije a Mario que me recordaba a un champán de Le Mesnil Sur Oger, concretamente, a un Claude Cazals. Aquel apuntó que, si no lo era, bien podía ser su vecino, que no es ni más ni menos que Salon, uno de los grandes productores de la AOC Champagne. Al final de la cata, mientras esperábamos los resultados, el resto de participantes apostaba por múltiples opciones, incluso un amigo apuntó que era un cava perruno, a lo que Mario respondió que si aquello era un cava baratero compraría un palé. Cuando dieron los resultados, la botella en cuestión era un Champagne Salon, Blanc de Blancs 2002.
Este fantástico show que organiza Vila Viniteca comenzó en el año 2008, gracias a la iniciativa de Quim Vila. El concurso se celebra un año en La Lonja de Barcelona y otro en el Casino de Madrid, de forma alternativa. Dos lugares mágicos que sirven como escenario perfecto para que ciento veinte parejas se citen con el objetivo de obtener el mayor número de puntos posible en los vinos a catar y, con ello, ganar los 40.000 € que hay de premio. La pareja ganadora 30.000 €, la segunda clasificada 7.000 € y la tercera 3.000 €.
La forma de puntuar es la siguiente:
1 punto por acertar el país.
1 puntos por acertar la zona.
2 puntos por acertar la DO/AOC.
3 puntos por acertar la variedad.
3 puntos por acertar la añada.
3 puntos por acertar el productor.
2 puntos por acertar la marca.
El concurso tiene dos fases. Una primera en la que las ciento veinte parejas se enfrentan a siete vinos de cualquier parte del mundo, aunque con especial representación de vinos españoles, en la que las diez parejas que hayan obtenido mayor puntuación se clasifican para la final. La segunda fase, estas diez parejas se enfrentan a otros siete vinos, siendo las tres primeras las que ocuparán el podio. La victoria no solo ofrece un suculento premio económico, también prestigio, orgullo y sobre todo mucha felicidad.
Este año participaré en la decimocuarta edición formando pareja de cata con Daniel Monsonis, uno de mis amigos integrantes de Terroir a Ciegas. Lo haremos con más ilusión que nunca y, por supuesto, con la esperanza de subir al podio por primera vez. En cualquier caso, la emoción, los buenos momentos y la diversión están garantizados.
