Portugal en términos muy generales

Portugal en términos muy generales

Hablar de los vinos portugueses puede ser tan amplio como hacerlo de los vinos españoles. Portugal es un país que, a pesar de no tener una gran extensión, cuenta con un buen número zonas vinícolas a lo largo de toda su superficie, no solo en la península, sino también en sus islas. Podemos dividir el país en cuatro partes: la zona norte, desde el Douro (Duero) hasta Galicia; la zona centro, entre el Douro y el Tejo (Tajo); la zona sur, desde el Tejo hasta el extremo sur; y las islas. De alguna forma, los dos ríos y el océano Atlántico constituyen las líneas geográficas que delimitan las regiones vinícolas del país.

En el norte, la zona más montañosa, encontramos las regiones de Vinho Verde, el Valle del Douro, Porto y Dao; en el centro, entre los dos grandes ríos, se sitúan Bairrada, Bucelas, Alenquer y Colares; en el sur, llana, cálida y árida, destacan las regiones de Setúbal, Alentejo y el Algarve; mientras que en las islas, tenemos Madeira y las Islas Azores. Estas son las principales regiones vinícolas, pero no las únicas.

Una de las cosas que más llama la atención en Portugal es la cantidad de variedades de uvas autóctonas que podemos encontrar, casi trescientas. De hecho, es muy frecuente que en la elaboración de sus vinos se mezclen un buen número de ellas. A modo de ejemplo y predominio, entre las variedades blancas destacan la alvarihno, la loureiro, la moscatel y la malvasía, y entre las tintas la baga, la tinta roriz, la touriga nacional y la jaén.

Continuando hablando en términos generales sobre las peculiaridades vinícolas del país, y centrándonos, más concretamente, en los vinos, el Porto (Oporto) es uno de los grandes vinos generosos del mundo, cuya historia no es nada desdeñable y merecedora de una entrada específica. Los blancos y tintos de Dao y Bairrada, trabajados por buenos productores, ofrecen resultados embriagadores. Los dulce de moscatel de Setubal, son clásicos de sobra conocidos por su calidad. Mientras que los vinos generosos de Madeira, particularmente, me cautivan.

El abanico de posibilidades vinícolas de calidad que ofrece Portugal es infinito. Blancos, rosados, tintos, dulces, generosos… Un sinfín de opciones que, con el tiempo, iremos desglosando poco a poco.

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