Sauternes y Barsac son sinónimo de vino dulce. No es que no haya blancos en esta apelación de Burdeos, porque los hay y excelentes, pero la botrytis cinérea (podredumbre noble), gracias a las nieblas que se forman a lo largo del río Ciron –afluente del Garona-, deseca la uvas dejando unos niveles de azúcar perfectos para crear vinos frescos, intensos, suaves, de textura cremosa y con una gran capacidad de envejecimiento. El equilibrio perfecto entre el dulzor y la acidez para que los vinos resulten adictivos y nada empalagosos.
La AOC Sauternes, localizada a treinta kilómetros al sur de Burdeos, comprende los municipios de Barsac, Bommes, Fargues, Preignac y Sauternes. Las variedades de uva con las que se elaboran sus vinos son, especialmente, semillón, sauvignon blanc, aunque también podemos encontrar muscadelle. Las bodegas vendimian entre ocho y nueve ocasiones (tries) para recoger la uva en su punto idóneo, lo que implica un arduo trabajo de vendimia.
Los vinos de Sauternes recibieron su propia clasificación en la clasificación oficial del vino de Burdeos de 1855. En ella se estableció un único Premier Cru Supérieur (Château D’Yquem), once Premier Crus y quince Deuxièmes Crus. De esta forma resulta obvio que la bodega más importante de Sauternes es el afamado Château D’Yquem, ya que es el único en todo Burdeos que tiene la clasificación de Premier Cru Superior.
El “mito” produce menos de mil botellas por cada una de sus cien hectáreas, cuando cualquier viñedo de El Médoc de Premier Cru Classé produce cinco o seis veces más. Su ubicación en terreno montañoso hace que la propiedad tenga un excelente drenaje y posibilita el buen cultivo de los viñedos incluso en época de sequía.
La calidad de Château D’Yquem no es una excepción, pues en la AOC Sauternes existen muchas otras bodegas que deleitarán al consumidor, como bien pueden ser Château Lafaurie-Peyraguey, Château Suduirant, Château Rieussec (propiedad de los Rothschild de Lafite), Château La Tour Blanche (que además es escuela de viticultura), mientras que en Barsac destacan Châteaux Climens, Château Coutet y Château Doisy-Daëne.
En mi opinión no hay mejor maridaje para un buen Sauternes, sobre todo si se trata de un Château D’Yquem, que buena música, paz y relajación.