Que vinos beber en verano

¿Qué vinos beber en verano?

Durante el verano, el incremento de las relaciones sociales o, simplemente, la relajación propia de las vacaciones estivales favorecen que calmemos la sed con nuestra bebida favorita, el vino. El tiempo de ocio nos permite  profundizar en el mundillo, por lo que seleccionamos con mayor ahínco la botella que vamos a abrir, leemos sobre nuestros vinos favoritos, nos interesamos por las distintas zonas vinícolas, incluso viajamos a alguna de ellas. Ahora bien ¿qué vinos son los ideales para beber en verano? Esta pregunta tiene tantas respuestas como consumidores. El aspecto subjetivo es irrefutable. En mi opinión, cualquier vinazo puede -y debe- ser bebido a en cualquier época del año, pero, pensando en los genéricos momentos del ocio estival, aquí os dejo mis preferencias.

 

            Ante el calor, lo que busco es frescura y para ello nada mejor que vinos con buena acidez. Por supuesto, espumosos, preferiblemente champán, ya que cuando hablamos de acidez este ocupa un lugar honor, aunque también son ideales para calmar la sed los cremants, los corpinats y los cavas frescos.

 

            En vinos blancos tranquilos, el parámetro es similar, aunque con matices. Las zonas frías de Europa nos garantizan acidez, aunque algunos de sus vinos tienen un volumen y una complejidad que les puede restar la frescura deseada, como puede ser el caso de algunos chardonnay. Los rieslings y los grüner veltliner cumplen a la perfección con el objetivo, tampoco son malas opciones la chenin blanc y la savagnin sin velo. En España, los vinos gallegos casan de forma excepcional con el verano. Albariños, godellos, treixaduras, y demás variedades de la zona, son ideales, amén de que sus maridajes de mar también nos garantizan la frescura que buscamos.

 

            De buenas a primeras, los vinos tintos pueden llevarnos a pensar que son más pesados que los espumosos o los blancos, pero no necesariamente es así, pues existen un buen número de posibilidades que saciarán divinamente nuestra sed. Y aquí, vuelvo a Galicia. Los vinos atlánticos son sumamente frescos y sabrosos, también lo son los canarios, gracias a su influencia del Atlántico. Las garnachas de Gredos, minerales y de fruta roja, y las mencías, también son una excelente elección. Los pinot noir y los nebbiolo, aunque las tengamos asimiladas a la seriedad, son indispensables durante el verano, como también lo son la poulsard o la trosseau.

 

            A partir de aquí, se trata de escoger las botellas con ahínco, de leer sobre los vinos, de interesarse por las zonas vinícolas y de viajar a ellas. Es verano, época de vacaciones, de disfrutar de la familia, de los amigos, de la vida y, por lo tanto, del vino.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *