Sierra de Gredos

Sierra de Gredos

Lo más curioso de la Sierra de Gredos es que no existe como Denominación de Origen, al menos por ahora, no obstante y a pesar de ello, es la madre de la excelencia de las garnachas del centro de España.

Como zona vinícola, es un territorio en el que confluyen las provincias de Madrid, Ávila y Toledo reuniendo todas las características ideales para conseguir la fina expresión de una variedad tan viajera como fructífera. Hilando un poco más fino, la línea que une los puntos clave de la Sierra de Gredos pasaría por Cebreros (Ávila), perteneciente a la DO Castilla León, por San Martín de Valdeiglesias (Madrid), perteneciente a la DO Vinos de Madrid y por Méntrida (Toledo), perteneciente a la DO Méntrida. Alrededor de esta línea imaginaria se acunan un sinfín de viñedos y excelentes productores que nos proporcionan los exquisitos vinos de las garnachas de la Sierra de Gredos.

Las claves de la Sierra de Gredos son: los suelos graníticos y pizarrosos, la altitud de sus viñedos, un clima continental con influencia mediterránea y viñedos con cepas viejísimas. Por supuesto, no podemos dejar de lado la mano del hombre, que es quien interpreta el paisaje para extraerle la máxima expresión al vino.

Resulta necesario recordar que la revolución de las garnachas de la Sierra de Gredos comenzó con Telmo Rodríguez, allá por el año 1999. Posteriormente, a principios del siglo XXI, Canopy, Bodegas Jiménez-Landi y, posteriormente, Daniel Ramos, Bernabeleva, Marañones, y Comando G, continuaron su estela llevando la garnacha al nivel de superstar. El resultado de esta revolución ha sido la obtención de garnachas sumamente delicadas, frescas, minerales, con notas de frutas rojas, especialmente fresas, siempre con el recuerdo de la golosina. Hoy en día, su finura y elegancia es tal que, en ocasiones, nos puede recordar a una pinot noir de Borgoña.

La Sierra de Gredos se ha convertido en un punto de referencia en nuestro país, tanto por la calidad de sus vinos como por la forma de trabajar, ya que la nueva hornada de viticultores ha encontrado el equilibrio adecuado para obtener la mejor expresión del viñedo. Además, Gredos no solo es garnacha, ya que, en blancos, el albillo real está dando vinos excelsos que muy pronto también estarán en boca de todos. En resumidas cuentas, la Sierra de Gredos es un paisaje sobrecogedor que debemos disfrutar con una copa de vino en la mano.

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