El vino en la Comunidad Valenciana

El vino en la Comunidad Valenciana

Por Juan Luis Vanrell

Los valencianos tendemos a pensar que lo nuestro es “lo millor del món”. Esto de hacer patria está bien, siempre que mantengamos cierto criterio de objetividad. En mi opinión, somos unos privilegiados en muchos aspectos, pero en materia vinícola, sin ser unos desdichados, tenemos más sombras que luces. Me atrevería a decir que estamos a “fosques”, pero que el camino se va iluminando, poco a poco, incluso con alguna que otra potente luz.

Mientras las regiones vinícolas más importantes del mundo descubrieron su camino hace muchas décadas, incluso siglos, nosotros aún estamos en ese proceso. Este pasa por la recuperación de las variedades autóctonas y la obtención de vinos más frescos, menos alcohólicos, respetando siempre nuestro terroir. A pesar de ello, esta actual situación de búsqueda del equilibrio resulta paradójica, porque nuestra historia, como la de buena parte de los pueblos que se desarrollaron a lo largo del Mediterráneo, está vinculada al mundo del vino.

Muchas son las zonas vinícolas que se reparten por la Comunidad Valenciana conocida como “la terreta” entre las que destacan: Les Useres, en Castellón; Utiel-Requena, Fontanars del Alforins y la Font de la Figuera, en Valencia; y las comarcas del Vinalopó y La Marina, en Alicante. Cada vez son más las bodegas, especialmente de estas zonas y generalmente jóvenes viticultores, que apuestan por nuestras variedades autóctonas, antes denostadas a favor de las afamadas francesas, que, lógicamente, aquí no rinden como en su lugar de origen.

Bobal, royal, arco, mandó, bonicaire, giró y monastrell, entre las variedades de uva tintas, y merseguera, tardana, giró blanc, moscatel y macabeo, entre las blancas, son las uvas que están situando los vinos valencianos en el mapa enológico de nuestro país y, también, del resto del mundo.

Los vinos de Javi Revert, en Font de la Figuera, son un buen ejemplo. Su “Simeta 2018”, elaborado con arco, tiene una puntuación de 95 puntos Parker. También los vinos de Pepe Mendoza Casa Agrícola, en Alicante, entre los que destaca la monastrell de “Viña El Veneno 2018”, con 94 puntos Parker. También en Alicante encontramos los exquisitos moscateles de Gutiérrez de la Vega. En Utiel-Requena, Alberto Pedrón (Bodegas y Viñedos Sentencia) ha convertido la bobal en una joya con su Sentencia. Mustiguillo también hace excelentes vinos de bobal, al igual que Pigar. También recomendables resultan los vinos de Vinya Natura, en Castellón; Casa Lo Alto, La Comarcal y Sexto Elemento, en Venta del Moro; Rafael Cambra, en Moixent; Daniel Belda y Fil.loxera & Cia, en Fontanars del Alforins; o Baldovar 923, en Alpuente. Por supuesto, esta relación, no es taxativa, ya que hay muchas otras bodegas y viticultores que están alumbrando nuestro camino por el mundo vinícola.

El proceso está iniciado, solo es cuestión de tiempo que los vinos de la Comunidad Valenciana empiecen a obtener peso en el panorama mundial vinícola, pero siempre deberemos valorarlos con perspectiva y objetividad.

 

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